La
palabra “espejo” en el terreno espiritual ha sido empleada para designar a los
seres que son capaces de “reflejar” las energías superiores. Llamamos ‘energías
superiores’ a las corrientes vitales o energías que tienen su origen más allá
del plano mental. Esas energías tienen su origen en regiones “supramentales”.
Podemos citar entre aquellas a la región búdica o intuitiva (o esfera del alma
divina); la región átmica o espiritual; la región monádica, y la región de Adi
o Divinidad Solar dentro de este sistema solar (región del Logos Solar). Todas
estas regiones forman parte de la constitución de energías sutiles en el ser
humano, aunque pocos son por ahora los hombres que han sintonizado con las más
elevadas de las regiones supramentales citadas.
Pero
esas regiones supramentales pertenecen todavía a lo que se denomina “región
física cósmica”, o Plano Físico Cósmico, a excepción de la región del Logos
Solar de nuestro sistema, que pertenece al Plano Astral Cósmico.
Existen
energías que llegan a la Tierra desde más allá de los planos Físico y Astral
Cósmicos, es decir que son corrientes vitales ‘inmateriales’ mucho más elevadas
que el alma y el espíritu (Atman) humanos. Tales corrientes vitales provienen
del Plano Mental Cósmico, y de los planos Búdico y Átmico Cósmicos. La estrella
SIRIO, por ejemplo, está en línea de servicio con nuestro sistema solar, y
desde allí llegan energías del Mental Cósmico.
Recuerde
el lector que estamos hablando de PLANOS CÓSMICOS, no de los planos como se los
entiende corrientemente en los estudios metafísicos iniciales. Es los estudios
iniciales se suele enseñar que los planos son 7: físico, astral, mental,
intuitivo (o búdico), espiritual (átmico), monádico y supramonádico o Divino (o
Logoico). Pero estos 7 planos pertenecen a la evolución del sistema solar, y
todos (menos el último nombrado) pertenecen al gran PLANO FÍSICO CÓSMICO.
De manera que al hablar de los planos Mental Cósmico, Intuitivo y Espiritual
Cósmicos, etc., nos estamos refiriendo a esferas de energía que están mucho más
allá de la vida tal como la conocemos en nuestro sistema solar. Todo lo que
está dentro del gran Plano Físico Cósmico (incluidos, por supuesto el alma y
espíritu humano) se considera “material”; y lo que está más allá del Plano
Físico Cósmico se considera “inmaterial”. Es decir que el Espíritu humano aún
es una esencia “material”, hablando cósmicamente.
Estos
conceptos deben ser medianamente comprendidos para entender lo que es un
SER-ESPEJO, porque la función del ‘alma-espejo’ es ser diapasón reflector de
energías supramentales, tanto ‘materiales’ (subregiones superiores del Plano
Físico Cósmico) como ‘inmateriales’ (que provienen desde más allá del Físico
Cósmico).
Pero
no todos los Seres-Espejo pueden ser capaces de refractar todas las energías
supramentales, tanto las materiales como las inmateriales, y esto también puede
ser estudiado, entendido y asimilado por los estudiantes. Veamos algunas ideas
al respecto.
Cada ser
puede ‘emanar’ lo que ha despertado y desarrollado en sí mismo.
Nadie puede dar lo que no
tiene, o bien, lo que no ha adquirido en conciencia, y de acuerdo a este
principio cada alma-espíritu podrá exhalar, expresar o dimanar lo que posee
según su raíz y naturaleza más profunda. Para entender mejor esto, en primer
lugar hay que recordar que, dentro de la gran riqueza diversa del mundo
espiritual y álmico, existen dos naturalezas espirituales básicas en la
humanidad:
1. Los seres descendentes (1). Son ‘Rayos monádicos experimentados’
(con distintos niveles de experiencia y luz, según los orígenes) que han
descendido desde regiones inmateriales hasta el Plano Físico Cósmico para
aportar con sus esencias divinas al servicio evolutivo de los mundos
materiales. A estos se los ha llamado también “semillas estelares”; son ‘Ajustadores
del Pensamiento’(2) (término de ‘El Libro de Urantia’) con cierto
despertar y madurez. Los más experimentados son Cristos Adultos y Cristos
Ancianos, y se los ha llamado “Avatares” (encarnaciones divinas).
2. Las almas-mónadas
ascendentes. Son esos ‘Espíritus Virginales’ (como les llaman los rosacruces) o
Ajustadores del Pensamiento vírgenes, inexpertos. Estas ‘Mónadas humanas’
pertenecen a una siembra nueva dentro de este sistema solar. Son “Chispas
Divinas” nacidas del Gran Logos que debieron tomar alma humana en materia
mental y luego física para abordar las experiencias necesarias para evolucionar
como “conciencias despiertas”. Es decir que estos Espíritus Virginales
ascendentes deberán, con la evolución, adquirir las potencialidades de las
Virtudes, (mucha de las cuales ya vienen encendidas con los seres
descendentes, del 1° grupo).
Ambos grupos se confunden
en la humanidad en el ropaje antropomórfico, y solo los que van despertando
pueden ir reconociendo su origen, linaje y función. Los del 1° grupo, los
‘descendentes’, deben “recordar” para encenderse como “Espejos” y cumplir así
con su Dharma Cósmico en la Tierra; y los del 2° grupo, las almas ascendentes,
deben transitar un arduo sendero de discipulado, atravesando las Iniciaciones
del alma, para llegar a transformarse, primero en “canales”, y luego en
“espejos” de Luz. (Más adelante se explicará la diferencia entre un “ser-canal”
y un “ser-espejo”).
Hay que aclarar que todo
es evolución y aprendizaje, en diferentes niveles y aspectos, tanto para los ‘Cristos
descendentes’ como para las ‘Almas ascendentes’. Ambos grupos de seres, tanto
las Conciencias descendentes como las ascendentes, pueden transformarse en ‘seres-espejo’,
es decir, en reflectores de energías supramentales. Pero los ‘descendentes’, al
contactar con su esencia en el Plano ‘Suprafísico Cósmico’ correspondiente a su
naturaleza, podrán reflejar esencias inmateriales que provengan de su propio
Hogar en el Cosmos, mientras que los Espíritus Virginales ascendentes, al
transformarse en Espejos, pueden reflejar las energías monádicas y logoicas que
han podido contactar y asimilar dentro de este planeta y sistema solar. Sin
embargo, los ‘ascendentes’ más preparados pueden también, con el tiempo, ser
reflectores secundarios de las energías refractadas por los seres descendentes;
es decir que reflejarán las energías de regiones cósmicas superiores que están
llegando a la Tierra que son primeramente recibidas, ancladas y emanadas por
los Seres descendentes, para ser luego, recibidas y reflejadas también por los
ascendentes.
Existen
entonces, como hemos visto, energías supramentales en la Tierra y el sistema
solar, que están al alcance de ser contactadas e integradas por las almas
humanas ascendentes adelantadas, y existen energías supramentales cósmicas que
provienen desde más allá del sistema solar y que son traídas en la Esencia
Espiritual de los seres descendentes para integrarlas poco a poco al sistema
solar y a la Tierra.
El Planeta Tierra está
ascendiendo en vibración gracias al aporte cósmico de Rayos Solares
descendentes. Los ajustes se producen paso a paso, pero todo va en ascenso
hacia la Fuente Prístina Universal. Cada vez son más los seres humanos que se
enrolan en la tarea de ser receptores y retransmisores de “Las Luces del Cielo
Central”. Primero se preparan y funcionan como ‘canales’, y luego, (pero no
todos), llegan a transformarse en “espejos”.
Cabe aquí aclarar la
diferencia entre lo que es ser “canal” y lo que es ser “espejo” de energías
sutiles.
El concepto de “canal” es
más conocido y popular que el de “espejo” y esto no es casualidad…, sino que
hasta ahora son más en cantidad los seres humanos que han experimentado lo que
es ser ‘canal’ o ‘canalizador’, y son menos en número los que se han convertido
en “espejos”. Ambas palabras hacen referencia a la transmisión de energías
superiores a través de los centros de energías que forman parte de los
vehículos del hombre; pero mientras un canal es un instrumento humano libre de
obstáculos para transmitir la energía superior en forma de mensaje, curación,
irradiación magnética, etc., siendo estas acciones ‘esporádicas’; un “espejo”
es más que un canal, porque vibra a tono con las energías superiores “en forma
permanente”.
Un ser espejo es un
trabajador de la Luz de tiempo completo, es decir, que en todo momento y lugar
está vibrando COMO UN DIAPASÓN DE LUZ, o bien, como una ‘campana vibracional’
que siempre está sonando, emitiendo “Su Nota”.
Un ‘canal’ es un ser
humano al cual el alma y la mónada pueden emplear como instrumento en
diferentes ocasiones, y con ello realizar un útil servicio a la Raza humana;
mientras que un ‘ser-espejo’ es la expresión vibracional permanente de
núcleos internos (álmico, monádico, supramonádico y hasta cósmico). Canal y
Espejo son dos niveles de servicio interno a la vida, pero el 2° exige un mayor
nivel de compromiso y preparación interna que el 1°.
Un ‘ser-canal’ es como el
cauce de un arroyo que tiene una compuerta que se abre y se cierra según la
necesidad; y un ‘ser-espejo’ sería como un manantial permanente en su fluir, y ya
más avanzado, es como el Océano.
Además de lo explicado hasta acá, habría que distinguir entre dos categorías de servicio diferentes:
1- Los canales de anclaje o "espejos de anclaje".
2- Los espejos dimanantes.
Los primeros, son ancladores de energías cósmicas y solares hacia el interior de la Tierra. Estos seres son "Antenas" de energías solares y cósmicas y anclan esas energías en el núcleo más interno y profundo del Planeta, en su Corazón o centro solar interno; para que, al ser asimiladas por la Tierra, esas energías afloren más tarde a la superficie planetaria y envuelvan la atmósfera y a todos los seres, formándose una circulación de energías que eleva a la Tierra y a todas las entidades. Cuando las energías ancladas van asúi aflorando a la superficie, son refractadas por los "ESPEJOS DIMANANTES". Estos últimos refractan en forma "horizontal" (para decirlo de alguna manera gráfica...) las energías fortaleciendo la Red de Luz Planetaria, mientras que los "CANALES DE ANCLAJE" o "ESPEJOS DE ANCLAJE" canalizan las energías en forma "vertical" favoreciendo una vinculación y circulación de rayos cósmicos entre la Tierra y Espejos mayores del Cosmos.
Si bien se pueden distinguir estas 2 categorías, hay seres que cumplen ambas funciones.
Un ser-espejo es quien ya
tiene su CUERPO DE LUZ(2) construido con materia
búdica (solar) y átmica (espiritual). El Cuerpo de Luz es una esfera de energía que se construye con energías supramentales y
es el nuevo vehículo o Merkabah que al integrarse a los vehículos inferiores de
la personalidad humana integrada transforma al ser en “ESPEJO”. Los seres
descendentes ya vienen con su Cuerpo de Luz construido desde el Cosmos Sideral,
mientras que los Espíritus Virginales ascendentes deben construir su Cuerpo de
Luz con experiencias de comprensión que primeramente se van alojando en el
Cuerpo Causal y finalmente tejen el Cuerpo Solar o de Luz.
Hasta ahora se habló de lo
que es un ‘ser-espejo’ en referencia al hombre, pero existen ESPEJOS MAYORES
DEL COSMOS, que son Conciencias Logoicas extrasistémicas, y es desde
allí desde donde provienen los ‘seres descendentes’ a los cuales se mencionó
antes. También existen los ESPEJOS MAYORES DEL PLANETA. Estos centros
intraterrestres suprafísicos son: MIZ
TLI TLÁN que significa “Hombres Sabios”, es una civilización suprafísica
situada en el corazón de la selva amazónica, Perú, sede del Señor del Mundo; E.R.K.S. (Encuentro de Remanentes Kósmicos Siderales) centro iniciático planetario ubicado en el interior
de las sierras de Córdoba, Argentina; y AURORA,
centro interno de ‘cura planetaria’ situado en Uruguay.
Todos las almas-espejo y
los espejos del planeta están bajo el gobierno e irradiación de la Gobernanta
mayor de los Espejos: LA MADRE CELESTE, que ha recibido diferentes nombres
según las distintas culturas y pueblos. Es la
Energía Femenina Planetaria corporizada en una Jerarquía de ‘seres-espejo’.
Los 3 centros planetarios
mayores citados antes están, en este ciclo, en Sud América, y representan a la
Triple Llama Divina Planetaria. Los 3 centros mayores del Planeta tienen su
representación y expresión dentro del hombre, especialmente en aquellos hombres
en los cuales se está operando la transformación alquímica y genética(3) que dará por resultado final la
expresión y nacimiento de la Nueva Raza. Los hombres que están siendo
transformados de tal manera están cambiando el conocido sistema energético de 7
“chakras”, por un nuevo sistema energético(4)
que facilita la tarea de “ESPEJO”.
Es en el centro E.R.K.S. y
‘desde’ este centro, desde donde se operan los cambios genéticos que comienzan
con cambios estructurales en los vehículos etérico y mental del ser humano y
favorecen la función dhármica del ‘hombre-espejo’.
En la actualidad se está
preparando a un grupo de miles de almas humanas para pasar de ser ‘canales’ a
ser ‘espejos’, y esto no solo obedece a necesidades álmicas sino además a
necesidades planetarias.
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5- Un nuevo sistema
energético:
Se está activando en el Hombre Nuevo un sistema de energía que poco a poco
reemplazará al de los 7 chakras, que fue el sistema energético correspondiente
al nivel de experiencias álmicas de la Cuarta Raza (Atlante) y que ha durado
durante la experiencia de la actual Raza Aria. Durante el actual surgimiento de
las 6° y 7° subrazas de la Raza Aria se van ensayando, en cierto grupo de almas
convocadas, los cambios genético-energéticos que son el preámbulo del
nacimiento de la futura 6° Raza de Hombres.
El
nuevo sistema de energía activa 3 vórtices de energía en el lado derecho del
cuerpo humano y dos fuera del cuerpo, en el aura sobre la cabeza (aunque
existen más centros suprafísicos que en el futuro se irán revelando y
despertando). Los 3 centros en el cuerpo son: el Centro Cerebral Derecho, el Centro
Cardíaco Derecho, y el Plexo Cósmico
(a la altura del hígado). Estos 3 vórtices de energía, cuando se van
activando, a través del implante del nuevo cuerpo etérico, van asimilando la
energía de los chakras y despertando nuevas capacidades sensitivas en el ser
humano. Así, el plexo cósmico (que
es la energía de Miz Tli Tlan en el hombre nuevo) sintetiza las enerías del 1°,
el 2° y el 3° chakra; el Centro Cardíaco
Derecho (que conecta al centro planetario E.R.K.S.) sintetiza y procesa parte
del chakra 3, el chakra 4 y parte del chakra 5; y el Centro Cerebral Derecho (correspondiente a AURORA en el hombre)
sintetiza las energías del 6° y 7° chakras y parte del chakra 5. Estos 3
vórtices no solo procesan y sintetizan a los 7 chakras, sino que reciben y
procesan las energías supramentales de los 2 centros supraluminares que están fuera del cuerpo físico, que
conectan a energías solares y cósmicas. Todo ser humano que vive estos cambios
se vuelve más sensitivo y receptivo a las energías superiores, lo cual facilita
la tarea de “Espejo”. Además es reemplazado el Despertar espiritual y de los
siddhis (poderes) que producía la elevación de la energía Kundalini a través de
los 7 chakras, por el Despertar “desde arriba hacia abajo” producido por la
activación de los centros supraluminares.
Este
tipo de información aún es resistido por las corrientes espirituales y
religiosas dogmáticas, pero se trasforma en una atracción intuitiva para
quienes deben vivir esos cambios y trasformaciones en sí mismos, lo cual,
cuando ocurre, se siente y experimenta como tangible y real. Quien escribe, da fe de esto.